La próxima vida de Agustín

Augustine entró en la otra vida el 28 de agosto de 430. El más autorizado intérprete moderno de la vida de Agustín cita y hace la escena del lecho de muerte así: "En medio de estos males, fue consolado por el dicho de cierto sabio: "No es un gran hombre que piense que es algo grande que los palos y las piedras caigan, y que los hombres, que deben morir, mueran."